Alberto Aníbal Pestarino | Asesor ambiental de la Dirección Nacional de Refinación y Comercialización, Secretaría de Energía

Participás activamente en nuestra comisión de acciones correctivas basadas en riesgos, ¿cuál es, a tu criterio, la importancia de hacerlo?

He colaborado activamente desde hace aproximadamente 15 años. Resulta importante y gratificante, además, por las cualidades profesionales de nuestros colegas que generan desde la comisión de acciones correctivas basadas en riesgo una convocatoria a elaborar, debatir y aportar conocimientos técnicos en las áreas específicas de aplicación relacionadas con la problemática y preservación del ambiente.

La primera norma que se elaboró en dicha comisión y en la cual colaboraste es la IRAM 29590. ¿Cuáles son los beneficios para las autoridades de disponer de esta norma argentina?

Los beneficios resultan muy claros y evidentes, se genera paulatinamente un marco metodológico de aplicación voluntaria, que promueve estándares ya sea para el diagnóstico, evaluación o saneamiento ambiental, logrando además establecer un lenguaje propio técnicamente comprensible que es posible de implementar en toda nuestra diversidad territorial.

Actualmente, estás colaborando en el desarrollo de la norma IRAM de evaluación ambiental de sitios, ¿qué problemática aborda y cuáles son sus principales aportes?

Resulta necesario, antes de contestar la pregunta, señalar que existen distintos tipos y niveles de complejidad para las evaluaciones de áreas con o sin pasivos ambientales. Ejemplos de la problemática son: establecer una línea de base ambiental (situación inicial) de un área antes de ser antropizada por una actividad; realizar una evaluación (diagnóstico) ambiental general; llevar a cabo una evaluación específica, ya sea para determinar algún tipo de acción correctiva o descartarla dependiendo del uso; establecer cuál es el método u objetivos adecuados (mediante herramientas de caracterización cómo el ACBR por acciones correctivas basadas en riesgo) de esas acciones si son eventualmente requeridas, y poder establecer si se alcanzaron con la adecuada trazabilidad durante todo el proceso.

Hemos trabajado alternativamente por razones prácticas en todas estas áreas, estando abocados en la actualidad a la elaboración de evaluaciones específicas conocidas como de Fase II y en la guía para la obtención de datos para el diseño del proceso de tratamiento de un sitio contaminado con compuestos químicos.

Como han podido observar, los esfuerzos de la comisión están dirigidos a obtener herramientas que permitan abordar los problemas ambientales con rigurosidad técnica tratando de establecer soluciones equilibradas para los distintos actores ya sean particulares, empresas, profesionales o autoridades.